28 mayo 2004

Tarde de cómic

De la biblioteca:
- Contrato con Dios: Aún no lo he acabado, pero va para impresionante.

- La isla de las voces

Comprado y leido:
- Bone, por fin los número 36 y 37 que cierran el "primer arco argumental". Es la primera serie de cómic que compro en mi vida, y no tenía ni idea de una tal cosa como los arcos argumentales.
La verdad es que he acabado comprando y leyendo Bone por puro orgullo, porque no podía dejarlo sin terminar. Pero mis primeras expectativas se han quedado sin cubrir: el humor, no me llega demasiado. Del último número, solo una buena broma, que me haya hecho sonreir, cuando aparece la princesa ataviada para la guerra y Phoney le dice: "¿Puedo yo pintarme la cara también?". Es un cachondo, el primo alto de los Bone. Las mostrorratas suelen estar bastante bien, también.

Pero lo que menos me llega de la serie es el amor, la aventura y el terror. El gran león (Jack, o como se llame) ha resultado ser un memo, con unas persecuciones de lo más aburrido y repetitivo (¿cuántas van? por lo menos tres o cuatro). El amor entre Phone y la princesa, parece que ha desaparecido, y es una pena, me gustaba y hacía gracia. La aventura y el terror del Señor de las Langostas, ha resultado ser un bluff, y podría no serlo: por ejemplo: ¿a qué se descubre la cara Briar en cuanto llega Rose? Es mucho más apabullante esa capa sobre los ojos. Aunque, la verdad, cuando uno descubre que no es solo ella, sino toda una orden de comemaderas los que van así, pasa a dar menos miedo el susodicho. De mucho miedo es lo de que Briar estuviera rellena de langostas, buen punto argumental: pero aquí el dibujo de Jeff se queda simplon: más tinta, más negro, algo más apabullante, habría sido de agradecer.

Seguiré el consejo del editor, y me leeré toda la historia del tirón, a ver si cambia mi impresión, o es como pienso, una historia y un dibujo que han ido flojeando según avanzaban.

Lo peor, que han subido el precio sin avisar: tanto correo, tanto rollo al principio y al final de cada número presumiendo de honradez y comunicación con el lector, y luego suben el precio de rondón. ¡Casi me cobran el precio aumentado en el número 36, que aún era de 1.70€!